La Real Academia Española de la Lengua (RAE) define la palabra 'juguete' como un «objeto que sirve para entretenerse», mientras que define 'mascota' como «animal de compañía». Ambas acepciones son correctas sí, pero también incompletas.
Está claro que con los animalitos nos entretenemos y está claro que nos hacen compañía, pero ni son sólo un entretenimiento, ni sólo nos hacen compañía. Un animal es desde el momento en que te haces cargo de él uno más de tu familia. Claro que te dará momentos de juego, diversión y risa, pero también tendrás que cuidarlo si enferma, ser responsable de su alimentación, vacunas, baño... Tendrás que saber educarlo, hacer que se comporte bien, procurar que no pase frío, que esté cómodo, que salga de paseo. Tendrás que llevarlo al veterinario, al peluquero también si es necesario.
Claro que te aportará compañía, pero no sólo eso, sino tendrás un amigo fiel que siempre siempre estará ahí para ti. El único que no tendrá nunca una excusa para estar contigo, y el que no te pide nada a cambio. El que nada más abrir la puerta irá a tu encuentro, y el que no se separará de ti si nota que te ocurre algo.
Algunos pensamos que un animal de compañía puede ser la luz y alegría de una casa, y por ello hay que cuidarlo y quererlo como a uno más. Y si en algún momento no puedes hacerte más cargo de él, búscale un hogar y asegúrate de que estará bien, pero nunca nunca lo abandones.
Por eso, no confundamos mascota con juguete. Un animal es un ser vivo, un juguete un ser inerte. Seamos responsables. Si decidimos regalar/tener un animal, ya sea un perrito, gatito, conejo, pájaro, debemos saber que tenemos a nuestro cargo a un ser vivo que siente. Un ser vivo, que aunque lo único que quiera es amor y cariño, no es lo único que necesita. ¿Estamos dispuestos a proporcionarle todos sus cuidados o sólo queremos un juego? Responde bien a esta pregunta antes de dar el paso, y recuerda, un animal de compañía no es un juguete.
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